En una época anterior en la que no existían los discos de estado sólido y los procesadores de múltiples núcleos, realizar tareas aparentemente sencillas en Windows podía tardar demasiado. En esos tiempos, no era raro que un usuario desesperado moviera el cursor a lo loco por toda la pantalla para desaburrirse un poco. Curiosamente, podría ser que esta ridícula acción sí tuviera un efecto positivo en el rendimiento del sistema operativo a la hora de instalar cosas.
Un usuario publicó una pregunta en Stack Exchange, en la que quería saber por qué mover su mouse frenéticamente hacía que su Windows 95 funcionara mejor y tuviera menos tiempos de carga. Afortunadamente, alguien se tomó el tiempo de escribir una extensa respuesta. La versión corta es que un cursor en movimiento despertaba ciertos procesos que permitían que el sistema operativo se encargara de instalar programas más rápidamente. Sin una entrada de movimiento por parte de la persona, estos procesos entraban en estado de hibernación y se ralentizaba la instalación.
Ahora, si quieres la explicación larga, es esta: Windows 95 genera eventos y muchas de las aplicaciones dependen de estos para funcionar. Estas aplicaciones utilizan un método I/O asincrónico, lo que quiere decir que primero realizan una petición de operación para un archivo (como hacer una copia) y después le dicen al sistema operativo que las ponga a dormir hasta que esa operación finalice.
De alguna manera, este método es útil para computadoras de gama baja, pues permite ahorrar memoria y poder de procesamiento al tener muchas cosas en hibernación cuando no se están utilizando. Sin embargo, hay un problema de diseño mayúsculo: cuando Windows 95 detecta que hay mensajes que indican que una operación ya fue completada, no ejecuta ese despertar de aplicación en aplicación, sino que se espera a que haya muchos y después despierta a todas las aplicaciones a la vez.
Entonces, ¿cuál es la solución? Para ofrecer mayor velocidad al usuario, si el sistema operativo detecta movimiento, despierta esas aplicaciones, permitiendo que éstas a su vez se encarguen de los mensajes pendientes y así se acelera el proceso.
Según el usuario que ofreció esta explicación, una instalación en Windows 95 que tardaba hasta una hora podía hacerse en solo 15 minutos si una persona movía el mouse constantemente.
Si estás interesado, puedes leer la publicación original con todas sus preguntas y respuestas en este enlace.
Tal vez en su momento todos lo hiciste por simple desesperación, pero es agradable saber que lo que parecía una pérdida de tiempo en realidad sí ayudaba a que tu computadora funcionara mejor.
En noticias relacionadas, te recordamos que hace unos días Microsoft volvió a anunciar Windows 1.0 y hasta el momento nadie sabe por qué.
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