Pokémon Rumble Blast es el primer título de esta famosa serie en llegar al 3DS, la nueva portátil de Nintendo. Trae consigo toda la aventura y acción asociada con capturar y hacer pelear a todo tipo de pequeñas criaturas, aunque en esta ocasión lo que utilizaremos para luchar serán versiones miniatura de juguete de nuestros Pokémon favoritos. Este título ya había sido lanzado en WiiWare en 2009, pero la versión incluye algunos cambios y mejoras, además de gráficas en 3D.

A lo largo del juego, podrás recolectar más de 600 Pokémon de juguete que si así lo deseas, pelearán contra los de tus amigos, aunque también podrás optar por la mucho más pacífica opción de simplemente mostrarlos en una especie de vitrina de exhibición.

La trama del juego –porque en esta ocasión sí existe una- es sencilla y al punto: eres un Pokémon que busca convertirse en el gran campeón del Battle Royale, el torneo con más prestigio del mundo. Después de algunas peleas te enterarás de que la Fuente Brillante, el lugar al que los Pokémon heridos pueden acudir a sanar sus heridas y recuperar su energía, está fallando y el único sospechoso es uno de tus rivales, por lo que te dedicarás a buscarlo para después acabar con él.

También puedes enfocarte simplemente en atravesar escenarios, peleando contra cualquier cosa que se te ponga enfrente y haciéndote amigo (aquí no encontrarás nada de pokebolas ni mecánicas de captura) de los juguetes que venzas, lo que hará más grande y poderoso a tu equipo. Esto último será importante, ya que el final de cada escenario lucharás contra un jefe y algunos de sus compinches, por lo que siempre querrás tener a tu disposición a los peleadores más fuertes y cuyo elemento contrarreste el de tus contrincantes.

Por otro lado, el nivel de tus amigos será la tarjeta de presentación que te abrirá las puertas para participar en las distintas etapas del Battle Royale, ya que tendrán un nivel mínimo que deberá ser cubierto por al menos uno de tus acompañantes. En estas batallas enfrentarás una gran cantidad de Pokémon al mismo tiempo, por lo que será necesario estar atento y atacar a los contrincantes evitando que los demás te dañen en el proceso. Lo interesante es que, al final de las rondas, se unirán otros Pokémon más poderosos y peligrosos, así que si tus compañeros más fuertes ya están dañados y heridos, te será difícil sobrevivir.

Un detalle interesante es que en Rumble Blast tus amigos no subirán de nivel, así que una de tus ocupaciones será elegir al más poderoso de los que se vayan uniendo y eventualmente, descartar a los más veteranos para conseguir mejores resultados. Esta mecánica es un poco extraña y, en lo personal, constituye uno de los elementos que dañan la experiencia, porque no hay manera de establecer algún tipo de lazo con tus Pokémon, ya que no serán más que una especie de golpeadores desechables que tendrás que abandonar por completo cada 40 o 45 minutos de juego.

En cuanto a las ventajas principales de este tipo de juego está que incluso los jugadores más jóvenes pueden sumergirse rápida y eficazmente en ese mundo, ya que elimina todas las mecánicas complicadas y difíciles de aprender y simplemente comenzar a pelear su camino a la victoria. Sin embargo, este cambio de mecánica podría hacer que los jugadores más veteranos se sientan poco interesados, ya que se pierden elementos como la estrategia o la posibilidad de aumentar las habilidades y fuerza de los peleadores. En resumen, después de un par de horas de andar por ahí golpeando criaturas a diestra y siniestra, Pokémon Rumble Blast puede volverse un poco cansado, aunque la posibilidad de enfrentarte a otros jugadores a través del Street Pass, podría darle una nueva dimensión de frescura.