Cuando se trata de supervivencia, hasta la más insignificante alimaña es pretexto para hacernos correr por nuestras vidas; en el transcurrir cotidiano una diminuta araña que escala por tu brazo puede cumplir con el trabajo, pero en un videojuego hace falta más; después de los zombis y los seres demoniacos, sin duda los más solicitados son las criaturas alienígenas, en especial si la historia sucede en una fría y remota estación espacial. Esa es la situación que debes enfrentar en Shadogrounds: Survivor, un título en el que necesitas sobrevivir a toda costa y de paso, descargar todo tu arsenal contra cualquier extraterrestre que encuentres a tu paso.

Survivor es secuela del primer Shadowgrounds –que también se incluye en la más reciente edición del Humble Indie Bundle–, un título de acción en perspectiva cenital que ofrece constantes momentos de intensidad en los que no podrás soltar el gatillo debido a incontables oleadas de bichos siderales ansiosos de succionar hasta la última gota de sangre de tus personajes. Algo así como Starship Troopers pero haciendo a un lado cualquier relevancia argumental para concentrarse en el exceso de acción. Y es que este juego ignora sentimentalismos en el campo de batalla, interacción significativa entre personajes o momentos cinemáticos; de acuerdo a sus creadores no hay tiempo de entretenerse con tales trivialidades. Es una lástima, pues la experiencia de juego se hubiera nutrido con un guión, ya ni se diga de cierta complejidad, sobre todo porque el juego intenta sumergirnos en un panorama de suspenso, que simplemente no se transmite, tanto por la falta de historia, como por el énfasis en la acción.

Afortunadamente aún sin trama profunda, esta acción es suficiente para crear una experiencia de juego entretenida y hasta cierto punto, adictiva. Podrías recurrir a muchos métodos para aniquilar al enemigo, pero la más satisfactoria es dispararle a las horrendas criaturas hasta que no muevan ni un tentáculo, y esa es la idea de Shadowgrounds: Survivor, usando el clásico esquema de teclas WASD, mientras mueves el mouse en la dirección que quieres disparar. Es una mecánica sencilla, pero no pienses que por ello la aventura es estéril, ya que el juego tiene algunos tintes RPG, permitiendo ganar puntos para invertir en mejoras de las habilidades de tus personajes, como usar automáticamente los botiquines que recuperan la salud, aumentar los puntos de vida o incrementar la velocidad al recargar los cartuchos de municiones, entre algunos otros.

Pero aun cuando no estás destazando engendros cósmicos, hay mucho que destruir en el escenario, pues le puedes disparar a casi todo lo que ves y hacerlo estallar, recibiendo con frecuencia el beneficio de obtener refacciones con las que también puedes actualizar tu equipo; poder de disparo adicional, aumento en la capacidad de tus cartuchos o hasta una flama más destructiva para el lanzallamas.

Otro aspecto que da variedad al recorrido es la presencia de ocasionales acertijos, como activar una terminal para abrir puertas, o restablecer ciertos mecanismos, al final más que un reto mental el desafío está en sobrevivir el constante ataque de los monstruos que harán lo posible por distraerte de tu objetivo.

Lo más destacable de Shadowgrounds: Survivor además del entretenimiento que ofrece es su ambientación, que nuevamente no se trata de suspenso pero en definitiva te hará sentir la tensión de estar dentro de una colonia espacial invadida por sádicos seres, gracias a la visceral y sangrienta presentación visual. Construido sobre un nivel gráfico destacable, que para el año en que fue diseñado (2007) y ser de bajo presupuesto, el juego luce mucho mejor que la mayoría de los títulos de su época; no será Gears of War ni Bioshock, pero la iluminación es excelente, los niveles tienen mucho detalle y el diseño de los alienígenas es ingenioso, en especial por su peculiar aspecto artrópodo.

El problema con Shadowgrounds: Survivor es que se trató de un juego con muchísimo potencial, y tanto al ser secuela como propuesta independiente deja muchas ideas sin desarrollar. La falta de juego online es uno de sus mayores defectos, ya que puedes compartir la aventura en compañía de un amigo, pero sólo vía local. Bajo la misma línea, de haber tenido mapas enormes u objetivos complejos durante la campaña, se hubiera convertido en un título digno de culto, por lo menos en lo que respecta a juegos de su tipo. Junto con Alien Swarm, es lo mejor en los shooters del mismo estilo, e indudablemente es una oferta de mucho entretenimiento y acción que se suma al excelente catálogo del Humble Indie Bundle.