Tendencias de la nueva generación

Un retrato del futuro de la industria


Otro aspecto que influirá en la posibilidad de tener precios más accesibles será el presupuesto de desarrollo. El PlayStation 4 ya adoptó una arquitectura de tipo PC, lo que significa simplificar el trabajo de los diseñadores, y eso se traduce en abaratar el proceso. Xbox no tendría por qué romper dicha filosofía de infraestructura. Y es que además ya no hay espacio para encarecer. Recientemente, el director de arte y animación de BioWare, Neil Thompson, dijo algo muy interesante: la séptima generación de consolas llevó los presupuestos de desarrollo tan arriba que ya no hay margen para más, sin comprometer la accesibilidad del negocio.

“La última vez, la percepción fue que la nueva generación iba a ser 10 veces mejor a la previa. Para la siguiente generación, habrá un gran salto, pero no será tan obvio”, dijo Thompson. “La gente hará las cosas de un modo más inteligente –y debo tener cuidado porque hay acuerdos de confidencialidad involucrados–. Pienso que estarán más preparados, por decirlo de algún modo –pero los equipos no pueden crecer 10 veces otra vez porque los presupuestos serán ridículos. Tendrías que vender de 20 a 30 millones de copias sólo para recuperar la inversión.” En otras palabras, al menos los primeros juegos de esta generación no podrán ser ni tan visualmente ni tan costosamente sorprendentes como todos esperamos porque eso reventaría a la industria, proyectándola a un parámetro de precios insostenible.

El disco físico no va a desaparecer, pero la importancia de lo digital será mucho mayor esta generación
El disco físico no va a desaparecer, pero la importancia de lo digital será mucho mayor esta generación

Una estabilidad en los costos de producción también deberá permitir que prosperen los desarrolladores independientes. La séptima generación de consolas demostró que hay un lugar para esos juegos pequeños pero ingeniosos que pueden llegar a ser muy rentables. Tomemos como ejemplo a Journey, un título de 2 horas de duración que rompió todas las marcas de venta en PlayStation Network; o Minecraft, que quizá no deslumbre en gráficos, pero se ha convertido en un fenómeno mundial.

Y por último está el asunto de la venta de segunda mano, tan polémica en meses recientes. Sony ya dio muestras de que no pretende bloquear dicha práctica, y aunque hay rumores de que Microsoft sí lo hará, aquí debemos tomar en cuenta lo siguiente: bloquear los juegos usados enfadará a los consumidores y a los intermediarios más importantes de la industria que son las cadenas de tiendas. ¿Es posible que se implemente dicha medida con todo y este factor? Sí, pero para ello hace falta que tanto PlayStation como Xbox se pongan de acuerdo y la instrumenten a la vez. Si uno de los 2 lo hace de manera unilateral, quedará como el malo de la película y nadie quiere eso.

Los gráficos darán un salto, pero no será tan pronunciado para ahorrar en costos
Los gráficos darán un salto, pero no será tan pronunciado para ahorrar en costos

En resumen, lo que tendremos en esta octava generación de consolas, será un capítulo de transición absolutamente híbrido, donde, de cara a la digitalización absoluta, convivirán de igual forma lo local y lo interplataforma, lo físico y lo descargable, la superproducción y el éxito independiente, lo social y lo individual, e incluso el videojuego, la televisión y la música. La pregunta ahora es si veremos la desaparición definitiva del juego solitario o “antisocial”, como lo llamó Shuhei Yoshida de Sony Computer Entertainment Worldwide Studios, y si eso es algo bueno o malo para esta forma de entretenimiento que nació siendo simplemente un control, un sillón y un televisor.

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