Filosofando con Ayane

Schutze está sembrando su árbol genealógico


¿Alguna vez te has
preguntado si existe una razón por la que estés en el mundo? ¿Acaso es obra
del destino? Las causas son obvias, pero cuál es el propósito y por qué las
personas te juzgan sin saber nada de ti, creen que por haber conocido a tu padre saben
lo que sucede con cada pequeño detalle tuyo. El destino puede llegar a ser
cruel, pero las personas pueden serlo mucho más.

La hija del
demonio

Mi infancia no
fue feliz, crecí en una villa donde los habtantes me conocían como “la niña
demonio” o la “niña impura”; al principio me molestaba que la gente hablara de
esa forma e incluso llegué a pensar que algo estaba mal conmigo, en esa época sólo
tuve una amiga llamada Kasumi.

Como si eso
fuera poco, no crecí con mi familia. Genra, un gran ninja de la villa, me había
criado y había pedido que fuera yo quien le asistiera en sus deberes. Para mí,
él es lo más cercano que puedo tener a un padre, y es una de las pocas personas
que fue amable conmigo, sin embargo, el destino no fue tan amable como para permitirme
tener tanta gente cerca.

Gracias a mis
deberes con Genra pude conocer a Hayate; al principio pensé que me trataría
como todos en la villa, pero él era diferente, me habló como si fuera su amiga
y me trató tan bien como Genra. Hayate era especial, parecía que sus ojos podían
ver más allá de lo que cualquier sujeto normal apreciaba.

Más que una
amiga

Fue durante un
festival cuando me enteré de la identidad de mi padre, mi madre me llevó a un
cuarto para revelarme que Kasumi era mi media hermana, que mucho tiempo atrás su
padre había salido a cumplir una misión y que en su ausencia, Ayame, mi madre,
había sido violada por Raidou, el hermano de su esposo. Él era mi padre y
debido a ese asqueroso evento fue que no me había criado como su hija, así que
en realidad soy una heredera de la familia principal del clan, igual que
Kasumi.

¿Por qué se me
había tratado de forma tan diferente con respecto a Kasumi?  Ella era
adorada y querida por todos como una princesa, mientras las miradas de
desprecio caían sobre mí como si yo fuera mi padre. Sólo había una forma de
retomar el lugar que me correspondía, debía demostrar que en realidad soy
superior a Kasumi.

Un gran ninja

Mis habilidades
fueron reconocidas al poco tiempo y a la edad de catorce años ya era un
valiosa aliada del maestro ninja Murai, quien me asignó la tarea de comunicar
nuestra villa con algunas otras. Sucedió, en estos viajes, que conocí a Ryu del
clan Hayabusa; en una de mis travesías pude ver que la aldea Hayabusa se
encontraba bajo ataque y al regresar con Murai encontré a Ryu, le conté lo que
había visto y lo asistí en todas las formas que me fue posible; definitivamente parecía ser uno de los mejores ninjas existentes.

Comentarios

 
 
  • Mejores

  • Nuevos

    Advertising
    Advertising