Call of Duty: Modern Warfare Remastered casi nos hace llorar

Jugamos el multiplayer del clásico y lo amamos de nuevo


Call of Duty XP gira totalmente en torno al ruido, la grandeza y la complejidad de una franquicia que se ha convertido prácticamente en ícono del gaming moderno. Call of Duty: Infinite Warfare es también un buen ejemplo de ello. Hablamos de rigs de combate con armas y habilidades especiales, estibadas sobre el sistema pick 10 de elección de armas, estibado sobre el cool down para correr por las paredes y hacer doble salto, aunado a los scorestreaks, el crafteo de armas con diferentes grados de rareza, etcétera. Es precisamente por eso que apreciamos mucho la remasterización de Call of Duty 4: Modern Warfare, el juego que lo inició todo y cuya simpleza y agilidad nos recuerdan una época que era más sobre la diversión que sobre la complejidad, el volumen o los “lanes”.

El mapa que tuvimos oportunidad de probar fue Overgrown, un auténtico clásico que nos trajo memorias conmovedoras directo desde el año 2007, cuando los eSports todavía no cobraban la relevancia de hoy. Se trata de un escenario rural muy abierto en Europa del Este. En la mitad norte del escenario tiene una granja; al oeste, unas casas destruidas y hacia abajo, conectando hay un puente de madera que te regresa al granero y la granja. El concepto era totalmente realista, nada de naves espaciales, ni exoesqueletos, ni traits, ni scorestreaks. Sólo killstreaks, clases compartidas y botas sobre el césped. Existe una dosis de verticalidad en la forma de un río seco que pasa por debajo del puente de madera, así como algunos segundos pisos pero hasta ahí.

El trabajo visual de Raven Software es digno de un ícono como es Call of Duty 4: Modern Warfare. Además del incremento en resolución, ahora existen algunos indicadores gráficos nuevos y prácticos, como por ejemplo el de la zona exacta que abarca un punto de control para empezar a ser capturado, algo que, si la memoria no nos falla, no existía antes. Las texturas y el grado de detalle realmente están a la altura de la generación en curso. Lo notas de inmediato cuando, al apuntar, la superficie de tu arma refleja el sol… de hecho, todas las superficies ahora lo hacen, incluida la tela, y apreciamos luz volumétrica aunque, naturalmente, Infinite Warfare o incluso un Advanced Warfare, lucirían mejor. Es decir, todavía hay algo un poco chato en Call of Duty: Modern Warfare Remastered pero se entiende, después de todo, es un juego de hace 9 años. Es importante resaltar también el asunto del audio que tenemos la sospecha recibió un rediseño importante en aras de mayor potencia y fidelidad.

Las texturas y el grado de detalle realmente están a la altura de la generación en curso

Ahora bien, no todo está perfectamente pulido. Nos dio la impresión de que el sistema de animaciones permaneció muy similar al de aquellos días. Hoy, existe una mezcla muy sana y orgánica entre animaciones de muerte y efecto de muñeca de trapo para una dosis adicional de naturalidad y realismo, mientras que Raven parece haber respetado las repetitivas y avejentadas animaciones de muerte originales de Call of Duty: Modern Warfare —es sólo una impresión, habría que revisarlo con detenimiento— y cuando hay un killstreak de bombardeo, el fuego sigue afectando los objetos con un dejo de clipping… vaya, atraviesan los objetos de un modo poco natural e incómodo de ver.

Lógicamente el ritmo es lento cuando comparado con el de los títulos más recientes de la saga, sobre todo de Call of Duty Black Ops II para acá, pero también había menos variables a considerar, así que básicamente se trataba de disparar, acertar y capturar, punto final. Cómicamente, tratamos de hacer doble salto más de una vez, sólo para recordar con una sonrisa que aquí no había nada de eso. Otro amable recordatorio de la diferencia de tiempos fue la distancia de las granadas. Prácticamente no podíamos creer cuando, a pesar del ángulo y la duración de nuestro lanzamiento, las granadas volaban solamente algunos metros en el aire.

Es curioso, a juzgar por el entusiasmo perceptible en la arena durante el keynote de Call of Duty XP así como por comentarios entre medios especializados, Call of Duty: Modern Warfare Remastered será clave en la decisión de compra de muchos de los fans lo cual, desde nuestra perspectiva, debería leerse como un indicador interesante sobre lo que los fans están apreciando en este momento. De acuerdo con Activision e Infinity Ward, el grado de complejidad y densidad de Call of Duty: Infinite Warfare, obedece a peticiones de los fans, pero cuando volvemos a jugar Call of Duty: Modern Warfare, hay algo en su sencillez que se aprecia mucho precisamente en el contexto de un título como Infinite Warfare, cuya estructura precisa de auténticas clínicas para ser expuesta.

Dicho eso y al margen de las dinámicas de ambos títulos, revisitar escenarios como Overgrown, recordar toda la época a la que pertenecía; los lugares, las sensaciones, los sonidos, los apodos de esos mapas (quién no recuerda “la casa de la abuela” precisamente en Overgrown) y hasta la gente con la que jugábamos en 2007, fue una sensación única para nosotros y eso que se trata de un escenario, faltan los otros 15, toda vez que Activision confirmó durante su keynote de ayer (viernes 2 de septiembre) que el multiplayer de Call of Duty: Modern Warfare Remastered incluirá, no 10, sino los 16 mapas del paquete de forma gratuita. Los primeros 10 al momento del estreno y los 6 restantes en diciembre.

Llámenos old-fashioned pero la verdad, la franqueza y la suciedad de Modern Warfare, con lodo en la cara y helicópteros en el aire, es algo que extrañamos revisitar y gracias al trabajo de Raven Software, se aprecia y siente nuevo otra vez; fresco, otra vez, divertido otra vez, casi como si fuera la primera ocasión que lo jugamos. Call of Duty: Modern Warfare Remastered vendrá con las ediciones especiales de Call of Duty: Infinite Warfare, cuyo debut está pactado para el 4 de noviembre.

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