Review

Sniper: Ghost Warrior Contracts 2

Un divertido FPS para los amantes del sigilo
LEVELUP 7.3 Regular

PROS:

Muy buen contenido a precio reducido

Activar la cámara lenta con un disparo es muy satisfactorio

Personalización, gadgets y habilidades interesantes y útiles

Las secciones de sniper son muy divertidas

Gran rejugabilidad

CONS:

La dificultad puede ser frustrante si no tienes paciencia

Los tiempos de carga son largos en consolas de generación

Algunas secciones del mundo abierto no se sienten tan pulidas

Pasar desapercibido en las secciones a pie es casi imposible

Hay que ser sinceros: la saga Sniper: Ghost Warrior tenía sus elementos positivos y su dosis de diversión, pero lejos quedaba de las grandes campañas como las de algunos Call of Duty. Sin embargo, para considerarse exitosa, una franquicia no necesariamente tiene que competir con otra muy grande. Sea como sea, Sniper: Ghost Warrior consiguió fans que han mantenido viva a la franquicia y han hecho posible varias entregas.

A partir de Sniper: Ghost Warrior 3, los desarrolladores empezaron a experimentar con mundos abiertos y en 2019 lanzaron el spin-off Sniper: Ghost Warrior Contracts, un juego basado en, como su nombre lo dice, contratos, y enfocado en grandes mapas y rejugabilidad.

El juego fue mucho mejor recibido que las otras entregas, por lo que este año decidieron continuar con Sniper: Ghost Warrior Contracts 2, pero, ¿es más de lo mismo?, ¿vale la pena? Aquí te daré mi opinión.

Kuamar, un país no tan ficticio

La historia sucede en Kuamar, un país ficticio del Medio Oriente, el cual ha sido gobernado durante 20 años por un tirano llamado Omar Al-Bakr y su esposa Bibi Rashida. Cuando Al-Bakr es asesinado, Bibi Rashida toma el control del país. Aunque le falta fuerza, debido al rechazo por su género y por haber tenido una educación en Occidente, Rashida es apoyada por una red de generales poderosos, quienes le proporcionan tropas y armas. Arriba de ellos se encuentra un hacker y criptoanarquista llamado Lars Hellström, culpable de financiar el régimen y famoso por amenazar gobiernos y amañar elecciones.

Una guerra es inminente, ya que Kuamar tiene planeado lanzar una ofensiva hacia un país vecino a causa de la muerte de Al-Bakr, lo que causaría una inflación al precio del petróleo. Ahí es donde entraremos nosotros, tomando el papel de Raven, un francotirador experto. Nuestra misión será evitar la guerra a toda costa. ¿Cómo? Eliminando a Bibi Rashida, Lars Hellström y a la red de generales, presentes a lo largo de 5 extensos niveles.

Aunque la historia tiene elementos interesantes, no deja de ser un aspecto secundario y un pretexto para tener objetivos y poder realizar las misiones. En ningún momento me pareció innovadora o me sorprendió, a pesar de que la disfruté al igual que lo hago con las películas domingueras.

Pero vamos a lo más importante, cómo se juega.

Un juego de precisión y paciencia

Afortunadamente, Raven cuenta con un equipo de élite para lograr su objetivo. Los binoculares que se utilizan para marcar los objetivos son una buena idea para no tener que utilizar la mira del sniper y realizar la estrategia, mientras que la mecánica utilizada con el rifle para medir en qué punto debemos disparar al enemigo es intuitiva, divertida y se domina entre más tiempo pases con el juego. Al principio me tardaba varios segundos, si no es que cerca de un minuto, en calibrar la distancia, apuntar correctamente y aguantar la respiración en el momento en que debía. Una vez que lo dominé ansiaba llegar a las partes en donde los enemigos se encontraban a más de un kilómetro para sentirme poderoso y eliminarlos rápidamente.

Existen varios tipos de munición que podemos utilizar con nuestro rifle: balas que sirven para marcar objetivos, otras para distraer enemigos, para atravesar armaduras o explosivas, por poner algunos ejemplos. Ningún tipo de balas fuera de las normales me resultaron esenciales, aunque en algunas ocasiones me sacaron de aprietos. Por ejemplo, una vez me descubrieron en un campamento donde los enemigos estaban agrupados en 2 sectores y con 2 balas explosivas eliminé a la mayoría rápidamente.

Las otras armas a parte de los rifles de francotirador, como las pistolas y metralletas, son útiles en algunos momentos pero no dejan de sentirse como elementos secundarios del juego, mientras que los gadgets son fáciles de utilizar pero es difícil escoger el momento correcto para hacerlo. Por ejemplo, el dron, casi nunca lo utilicé, y, cuando sentía que podía serme útil, al activarlo me daba cuenta que el área tenía torres antidrones, por lo que no funcionaban en ese sector.

Será difícil encontrar el momento perfecto para usar el dron
Será difícil encontrar el momento perfecto para usar el dron

Antes de cada misión, podemos acceder a nuestro arsenal y personalizarlo, ya sea escogiendo diferente equipo o modificando un arma: con una mira de más largo alcance, un cargador con más capacidad o equipándole otro tipo de munición. La primera misión la pasé sin problema con el armamento inicial, pero después descubrí que era muy importante llevar el equipo correcto, pues incluso encontré enemigos que no pueden ser eliminados con balas normales y, por desgracia, mi rifle no tenía de otro tipo. Aunque pude pasar el nivel, entendí la importancia de analizar qué cosas llevar a cada misión, sobre todo porque incluso tienen diferentes requerimientos de distancias.

Otra cosa muy importante es mejorar nuestras habilidades conforme avancemos, pues si no el juego se tornará muy difícil. Podremos desbloquear una mejor resistencia a las balas enemigas, un dardo venenoso para equipar en el dron y cosas que nos ayudarán a ser más sigilosos, por poner algunos ejemplos. Cada habilidad tendrá un costo en fichas de desafío, las que podemos conseguir completando objetivos y desafíos durante cada misión. Yo me enfoqué nada más en los objetivos principales y con eso me bastó para mejorar bastante las habilidades.

El juego consta básicamente de 5 misiones; en general, mapas bastantes extensos y con varios objetivos cada uno. Se podría decir que cada objetivo es un subnivel, ya que incluso cada que cumplimos alguno podemos ir al área de extracción y guardar el juego o cambiar nuestro equipo.

Generalmente, los objetivos principales serán enemigos importantes a eliminar u objetos que tendremos que desactivar con balas, mientras que los desafíos secundarios que nos darán fichas de desafío o dinero extra son justamente eso, retos adicionales: por ejemplo, eliminar a nuestro objetivo en cierto lugar o limpiar un área de enemigos sin que activen la alarma. Además, cada nivel tiene varios coleccionables, los cuales no tienen ningún premio fuera de recolectarlos.

El mapa de la región en la que estamos durante cada misión nos mostrará las secciones muy bien delimitadas de cada objetivo y el progreso de los contratos, desafíos y coleccionables, por lo que no será difícil saber hacia dónde tenemos que ir. Eso sí, podemos hacerlo en el orden que queramos, por lo que mi partida seguramente será diferente a la de alguien más.

En cada misión hay diferentes tipos de enemigos, algunos más fáciles de matar que otros y unos con resistencia a cierto tipo de armas o con armas más peligrosas, como los tiradores que son expertos a gran distancia. Además, existen enemigos que es opcional eliminar y que siempre estarán en movimiento, llevan información de gran valor y son vigilados por francotiradores expertos.

Un FPS diferente

Los niveles están formados por 2 tipos de área. Las de exploración son áreas de transición entre los objetivos principales, y funcionan muy al estilo de cualquier FPS como los Call of Duty, donde la mayoría del tiempo nos conviene usar la pistola con silenciador, o, en caso de que nos descubran, la metralleta o algún arma pesada. Por supuesto, tenemos la posibilidad de usar el rifle de francotirador, pero sólo conviene hacerlo cuando llegan refuerzos lejanos.

Estas áreas son, sin duda, la parte menos atractiva del juego, pues se nota que están hechas para pasarlas con sigilo, pero el juego no se siente tan pulido en esa parte. Por lo menos en mi caso, me resultó casi imposible pasar desapercibido y tuve que utilizar la metralleta o arma secundaria en turno, convirtiendo al juego en un clon de Call of Duty pero que no se siente tan bien. La precisión al apuntar, la forma de cubrirse y más elementos no se sienten como en otros FPS modernos, aunque tampoco podría decir que maten la experiencia. Se disfruta que los mapas tengan ese tamaño, sin embargo, esas áreas a veces hubiera preferido omitirlas.

Pasar desapercibido es un verdadero reto
Pasar desapercibido es un verdadero reto

Por otro lado, las áreas que distinguen al título de otros juegos de disparos, son las áreas específicamente diseñadas para usar el sniper. Estas son áreas claramente delimitadas en donde incluso una pequeña zona entarimada nos muestra dónde colocarnos para apuntar. En estas se encuentran los objetivos principales a los que debemos eliminar y se podría decir que funcionan como una mezcla de puzzle con un FPS, pues primero debemos analizar la zona con los binoculares, descubrir y marcar a los diferentes tipos de enemigo, y pensar en la mejor estrategia para completar la misión sin sonar las alarmas.

Por ejemplo, en las primeras ocasiones en que llegue a este tipo de áreas, empecé a eliminar a los enemigos sin pensar en el orden correcto, lo que desató que me descubrieran rápidamente, y a pesar de estar a más de 1 kilómetro de distancia, sonaron las alarmas y todos los enemigos empezaron a dispararme, incluyendo snipers muy precisos. Aunque logré matar al objetivo, tuve que huir rápidamente y dejar a muchos enemigos vivos.

En cambio, después de entenderle, empecé eliminando a los snipers, luego a los enemigos más alejados y por último, distraje al objetivo disparándole a un coche para sonar su alarma, lo que hizo que se parara un momento y ahí es cuando aproveché para dispararle.

Una toma que querrás ver una y otra vez

Las áreas específicas para usar el sniper hacen lucir mucho la característica insignia del juego, una cámara que sigue lentamente a nuestra bala desde que sale del cañón hasta que alcanza el objetivo y, de manera muy gore, lo despedaza. Generalmente dicha cámara se activa cuando alcanzamos al enemigo desde muy largas distancias y en un punto vulnerable. Cuando logras este tipo de disparos se siente muy satisfactorio, independientemente de si disfrutas lo visceral o no.

Sniper: Ghost Warrior Contracts 2 parece ser muy difícil al principio, incluso jugando en la primera o segunda dificultad de las 4 disponibles. No obstante, con cada error, cada muerte y cada experimento aprendes, hasta que sientes que empiezas a dominar el juego y le vas entendiendo a cada elemento.

En cuanto a la duración, acabar el juego me tomó más de 10 horas enfocándome nada más en los objetivos principales y cumpliendo algunos desafíos extras más por casualidad que por estarlos intentando. Lo mismo me pasó con los coleccionables. Eso fue lo que yo me tardé, y aunque estoy seguro que se puede acabar aún más rápido si sólo te interesa ver los créditos, vale la pena mencionar que tiene una rejugabilidad muy alta con tantos objetivos secundarios. Además, sí dan ganas de volver a jugar las misiones con equipo distinto y en otras dificultades.

Sniper: Ghost Warrior Contracts 2 cumple en varios apartados

A pesar de haberlo jugado en un Xbox One X, visualmente luce muy bien y cumple en el apartado gráfico, sobre todo en los ambientes inmensos. Sin embargo, no sobresale tanto como algunos juegos recientes. La cámara lenta es espectacular y en ningún momento me cansó. Aunque existe la opción de desactivarla, sería como jugar Final Fantasy VII sin la música de Nobuo Uematsu.

Sniper: Ghost Warrior Contracts 2 utiliza el motor Cryengine y cuenta con versiones de nueva generación, aunque la de Playstation 5, al momento de escribir la reseña, todavía no ha sido liberada debido a algunos errores técnicos.

En el Xbox One X el framerate no es tan alto ni es siempre constante. Sin embargo, en ningún momento rompió mi experiencia. Cabe mencionar que en PC y versiones de nueva generación no hay ningún problema con ese aspecto.

La cámara lenta es espectacular
La cámara lenta es espectacular

Un apartado negativo, por lo menos en consolas de la pasada generación, es que las pantalla de carga son eternas, aunque sólo son necesarias al entrar a un nivel y no interrumpen la experiencia a media partida.

La música, como la historia, cumple: nunca desentona con el ritmo o la atmósfera del juego, aunque no la recordarás después ni querrás buscar la banda sonora en tu plataforma predilecta.

Por último, en cuanto a errores o bugs, no me encontré con nada serio. Lo único que realmente me molestó fue en una ocasión en que pausé el juego mientras me agachaba y cuando reanudé el juego el personaje se encontraba trabado y tuve que cargar el último guardado.

Conclusión

Sniper: Ghost Warrior Contracts 2 puede ser resumido de manera muy sencilla, es un juego divertido que cumple en la mayoría de los aspectos, aunque en lo que sobresale es en las partes 100% dedicadas al modo de francotirador y en la cámara que mencioné. A pesar de que tiene algunos errores, caídas de framerate, deficiencias y algunos bugs, la verdad es que ninguno entorpece mucho la experiencia.

Si eres fan de los FPS, la estrategia, el sigilo y los rifles de largo alcance, o buscas una buena y extensa campaña de un solo jugador, ten por seguro que el juego valdrá tu dinero, más aún porque no salió a precio completo. En cambio, si lo que buscas es un FPS de acción con un ritmo mucho más acelerado estilo Call of Duty y no tienes mucha paciencia, tal vez no sea tu tipo de juego.

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