Quédate en casa: Okami, la obra maestra de Hideki Kamiya

Una una leyenda en acuarela con trazos gruesos de folclor japonés


Seguimos en cuarentena pero afortunadamente hay mucho que jugar. Esperamos que las recomendaciones del staff de LEVEL UP te hayan servido para pasar un momento ameno dentro de casa y continúes tomando precauciones ya que recientemente se anunció que el periodo preventivo como medida para evitar el contagio por coronavirus (COVID-19) se ha ampliado. Primero, Pedro Cesari nos invitó a la granja con Stardew Valley, Mardokeo Galván revivió el género Beat em' up con Castle Crashers; Luis Sánchez nos compartió uno de sus juegos favoritos, Kingdom Under Fire: The Crusaders; Daniel Laguna nos habló de Tetris, el clásico por excelencia y, recientemente, Víctor Rosas apostó por la velocidad con Horizon Chase Turbo. Como mi recomendación, quiero hablarles de Okami, un juego que me intereso en un principio por su envoltura a la japonesa pero me conquistó por su alto contenido de calidad y hasta la fecha, considero este título un acercamiento directo al arte digital y un derroche de creatividad que no envejece con el paso del tiempo.

Antes de comenzar, es interesante recordar el fenómeno mediático que causó Okami tras su lanzamiento para PlayStation 2 en 2006. Este título desarrollado por Clover Studio y publicado por Capcom fue todo un éxito ante la crítica, otorgando a la versión original de 93 en Metacritic. Este reconocimiento fue opacado por sus bajas ventas, hablamos de 600,000 copias vendidas desde su lanzamiento hasta marzo de 2009. Su fracaso comercial fue tal que en 2010, Okami fue condecorado con el premio al “Título ganador al juego del año con menor éxito comercial” en los Records Guinness. De hecho no fue el único premio fuera de lo común que recibió de parte de Guinness

Ya tenemos un contexto del panorama que vivió el Okami, ahora toca hablar sobre lo que hace tan especial a esta obra maestra de Hideki Kamiya. El concepto de Okami se inspira en el folclor japonés para crear una historia original que retoma historias clásicas del país del sol naciente. Todo comienza cuando Nippon, nombre de la tierra en la que se desarrolla el juego, es invadida por el demonio Orochi. Esto ocurre durante el festival celebrado en la aldea Kamiki. Ahí, Orochi elige como sacrificio en su honor a Nami, una joven doncella de la que el héroe Nagi está enamorado. Con la intención de salvar a su amada, Nagi decide enfrentar solo al espíritu maligno, sin embargo, no pudo soportar el poder de la serpiente de ocho cabezas. En el momento justo que Orochi terminaría con la vida de su rival, aparece Shiranui, un lobo blanco que se había visto en las cercanías de Kamiki unos días antes de la invasión del demonio. Tras una encarnizada pelea, Shiranui lanzó un misterioso aullido que apartó las nubes y dejó ver una brillante luna creciente en el cielo. De inmediato, Nagi recuperó sus fuerzas y selló a Orochi con ayuda de la espada Tsukuyomi. Al final, Shiranui se quedó sin fuerzas y murió en la aldea Kamiki debido a la sangrienta batalla.

Tras 100 años de estos sucesos, un misterioso personaje decide adentrarse al santuario donde Orochi permanece sellado para demostrar que la historia es falsa. Este individuo decide romper el hechizo y de inmediato todo el lugar se llena de energía maligna. Pronto, el ambiente en el aire se distorsiona y antes de que la estatua en honor a Shiranui construida en Kamiki sea dañada, Sakuya, el espíritu del bosque, bloquea el ataque. En ese instante, Sakuya le da vida a la estatua y surge Amaterasu, diosa del sol y reencarnación de Shiranui, quien en compañía del pequeño artista Issun comenzarán una aventura en búsqueda de las 13 bestias celestiales. De esta forma, Amaterasu conseguirá los poderes del pincel celestial y podrá enfrentar a Orochi una vez más, como hace 100 años.

Okami es uno de esos juegos que si te capturan desde el principio no podrás olvidar por el resto de tu vida. Su dirección de arte es sublime, el uso de cel-shading dota al apartado visual de una apariencia similar a un pintura en acuarela. Trazos gruesos que simulan tinta, colores colores diluidos y una apariencia fibrosa similar a la textura de los papiros atrapan perfectamente una artística que se manifiesta un festín de color y elementos visuales dignos de una pintura. Todo esto en conjunto nos entrega postales de paisajes e imágenes increíbles que podríamos enmarcar sin problemas en un cuadro.

Por otro lado, la representación de leyendas típicas de Japón entrelazadas con la aventura de Amaterasu nos da una rebanada de la cultura nipona sin darnos cuenta y es aderezada con una buena dosis de humor. Aunque las voces utilizadas para los personajes llegan a ser molestas, los diálogos y la historia en general tienen un buen tratamiento y desarrollo. Haciendo que la narrativa, aunque sea lineal, sea también interesante y nos mantenga interesados de principio a fin.

Los paisajes de <em>Okami</em> son dignos de una postal
Los paisajes de Okami son dignos de una postal

Algo que disfruto mucho es el movimiento del lobo blanco, ya que te hace sentir ágil y poderoso dentro y fuera de batalla. Además de las armas lcomo espadas, escudos y un collas que se convierte en látigo, el pincel celestial marca la diferencia y rompe el estigma de injustas comparaciones con otros juegos como The Legend of Zelda. Usar el pincel se siente natural, cada trazo toma vida y aunque detiene la acción, ver que tus obras vidas cobran vida en pantalla es algo mágico. Sus usos son diversos, desde revivir árboles de sakura, crear bombas, reconstruir puentes, hasta crear corrientes de aire, aparecer bombas de la nada y convertir el día en noche, entre muchos otros.

Okami te transmite sentimientos a través de la pantalla con colores y música tradicional japonesa mientras recorremos Nippon y destrozamos yokai. Pero no todo es acción, utilizaremos el pincel celestial para partir en dos a nuestros rivales pero también para resolver acertijos de todo tipo. Mientras progresamos en la historia, conoceremos nuevos personajes que tendrán algunas misiones para nosotros, algunos de ellos muy icónicos, por ejemplo, la leyenda de la princesa Kaguya. Los coleccionables como siempre nos darán horas extras de juego para sumar una duración de más de 40 horas de juego. Si te interesa revivir este clásico en consolas de nueva generación puedes adquirirlo en su versión HD para Xbox One, PlayStation 4, PC a través de Steam y Nintendo Switch.

No olvides visitar nuestras últimas recomendaciones de la iniciativa #QuédateEnCasa. Puedes encontrar una lista completa de los artículos si entras aquí.

Mardokeo Galván — Castle Crashers, un maravilloso exponente de un género casi extinto
Pedro Cesari — Stardew Valley, la vida en la granja es la mejor vida.
Daniel Laguna — .Tetris/i], un clásico que nunca pasa de moda.
Víctor Rosas — [i]Horizon Chase Turbo
, retomando el legado de Out Run y Top Gear.
Luis Sánchez — Kingdom Under Fire: The Crusaders y la maravilla de la fantasía medieval.

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