Call of Duty dejó de ser un titán imbatible, pero el costo para salvarlo es muy elevado

Call of Duty dejó de ser un titán imbatible, pero el costo para salvarlo es muy elevado

El ciclo de lanzamientos anuales de la franquicia de Microsoft y Activision está roto, pero deslindarse de él es muy, muy difícil

Por Ulises Contreras el 17 de diciembre de 2025

Black Ops 7 vendió 63% menos que Battlefield 6 durante su debut en Europa y en su segunda semana perdió el liderazgo ante EA Sports FC 26. Y si bien el título se posicionó entre lo más jugado en Xbox y PlayStation durante el estreno en Estados Unidos, apenas superó los 100,000 usuarios concurrentes en Steam y quedó por detrás de la competencia en PC. También estamos frente a una de las entregas peor calificadas de la saga.

Este lanzamiento decepcionante muestra una dura realidad: Call of Duty dejó de ser ese titán imbatible capaz de ganar con su mera presencia. El estado demacrado de la franquicia ya causó una guerra civil entre los youtubers especializados y los fanáticos fervientes que discuten cuál es el rumbo que deberían seguir los próximos juegos.

Hay muchos problemas que llevaron a la saga a este punto, pero los lanzamientos anuales es el origen de la mayoría. ¿Activision y Microsoft podrían renunciar a este modelo de negocio? ¿Cuáles serían las consecuencias de hacer que la serie descanse un año?

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Crunch, desgaste y poca innovación: la debacle de Call of Duty

CoD: Black Ops 7 es irregular, por decirlo de una forma amable. La campaña se siente como una extensión de Warzone, el multijugador es un refrito del título anterior y el modo zombies parece un DLC. Es fácil achacar la caída de la franquicia a este juego, pero la realidad es que es sólo el resultado de un formato insostenible.

La serie adoptó los lanzamientos anuales a partir de la tercera entrega de 2006, así que por casi 20 años hemos visto, al menos, un nuevo juego; sí, hubo ocasiones en las que se estrenaron más proyectos en forma de remasterizaciones, spin-off y juegos gratuitos.

Tal como dijimos en nuestro video de Call of Duty vs. Battlefield, la saga de Activision y Microsoft tiene un historial irregular por culpa de un calendario de estrenos inamovible que evita que los equipos hagan un ejercicio de autocrítica. ¿Cómo se puede aplicar la retroalimentación de los fans e innovar cuando ya se trabaja en el título que llegará dentro de 2 años? Es por eso que la calidad de entrega a entrega también es muy dispar.

CoD: Black Ops 7 decepcionó a los jugadores
CoD: Black Ops 7 decepcionó a los fanáticos que esperaban una gran innovación

Pese a que Infinity Ward, Treyarch y Sledgehammer Games se turnan para garantizar el estreno anual de un nuevo título, los desarrolladores trabajan a marchas forzadas. Un reporte de Kotaku de 2019 expuso que el modo Blackout de Black Ops 4 se creó en apenas 9 meses antes del estreno, lo que obligó a los desarrolladores a reutilizar muchos assets de la campaña cancelada. Sí, el reciclaje también se volvió una constante.

Más preocupante aún es que el calendario de estrenos sumamente apretado crea un entorno laboral exigente. El mismo informe reveló que el departamento de control de calidad de Black Ops 4 trabajó en condiciones denigrantes, con jornadas de 12 horas durante los 7 días de la semana en momentos clave. Exempleados de Activision denunciaron en 2022 que tanto Black Ops 3 como Black Ops Cold War también se desarrollaron bajo crunch.

Uno de los casos más controvertidos fue el de Modern Warfare III, pues Bloomberg informó que el FPS se produjo en apenas 18 meses. Aunque Sledgehammer Games negó las acusaciones, es innegable que la entrega de 2023 es un refrito que recicla los mapas de títulos anteriores y reutiliza el escenario de Warzone para la campaña espantosa.

El infame Call of Duty: Modern Warfare III es una de las entregas más criticadas de la franquicia
Call of Duty: Modern Warfare III es una de las entregas más criticadas de la saga

Cuando los desarrolladores trabajan al límite, se resiente en la calidad del producto. No es casualidad que las entregas recientes hayan debutado con bugs, problemas de rendimiento y errores técnicos. Ni siquiera 10 estudios pueden sostener este ritmo, y menos cuando también deben dar soporte al cada vez menos popular Warzone. En este contexto, tampoco sorprende que Activision use la IA para reducir costes y tiempo.

La prisión de los lanzamientos anuales

Dejémoslo claro: la franquicia aún es extremadamente popular y, como profundizaremos más adelante, hará falta más que un tropiezo para que esté en problemas serios; sin embargo, los estrenos anuales generan un hartazgo por la serie que tarde o temprano provocará que los jugadores se cansen y busquen alternativas, tal como demostró el aparente fracaso de Black Ops 7 y el éxito histórico de Battlefield 6 y Arc Raiders.

Tomarse un año sabático sería la mejor decisión porque permitirá repensar la fórmula, reducir el desgaste, mejorar las condiciones laborales y ofrecer entregas más ambiciosas; Assassin’s Creed Origins es testimonio de ello. Pero la realidad es que darle la espalda a este modelo de negocio es un movimiento arriesgado y, en este punto, casi imposible.

Para empezar, Activision es una maquinaria diseñada para crear Call of Duty de forma interrumpida. En 2021, la compañía confirmó que todos sus estudios principales colaboran de alguna u otra forma en la producción de nuevos juegos de la franquicia, y un año después reveló que 3000 desarrolladores trabajan en la IP. Detener el ciclo anual obligaría a realizar una reestructuración muy costosa debido a que no tendría sentido mantener a todos los equipos ocupados en proyectos que debutarían en 2 o 3 años.

La mayoría de los juegos de Call of Duty, lanzados con apenas un año de diferencia
La mayoría de los juegos principales de Call of Duty, lanzados con apenas un año de diferencia

La opción más lógica es que los estudios produzcan juegos de menor envergadura para llenar los vacíos del calendario. ¿Alguien recuerda que Beenox hizo algunos títulos de Spider-Man? ¿O que High Moon Studios creó el aclamado Transformers: War for Cybertron y Deadpool de 2013? Aunque sería genial ver propuestas similares, la triste realidad es que ninguno de esos proyectos se acerca al éxito comercial de la saga de temática militar.

A los datos nos remitimos: para 2021, la saga había generado más de $27,000 millones de dólares gracias, en gran medida, a sus más de 400 millones de unidades vendidas.

Durante el juicio por la compra de Activision Blizzard King, se presentaron documentos que revelaron que la franquicia tuvo un valor de $800 millones de dólares para los ingresos de PlayStation sólo en Estados Unidos durante 2021, una cifra que alcanzó los $1.5 mil millones de dólares en todo el mundo. Y sí, los datos únicamente contemplan las ventas de los juegos. En pocas palabras, ¡la serie genera mucho dinero con sus estrenos anuales!

De hecho, el prestigioso analista Mat Piscatella de Circana reveló que Call of Duty fue el juego más vendido en Estados Unidos en 13 de los últimos 16 años, y sólo perdió ante titanes de la industria como GTA V de 2013, Red Dead Redemption 2 de 2018 y Hogwarts Legacy de 2023. Y sí, ha sido el shooter más vendido en el país desde 2007.

También debemos recordar que la serie es clave en la estrategia actual de Xbox; al final del día, PlayStation con uñas y dientes para detener la compra de Activision Blizzard ante la posibilidad de perder a la franquicia. Un año después de concretarse la adquisición, los ingresos de la división de juegos de Microsoft vieron un incremento interanual de 43%, un aumento atribuido a la compañía exdirigida por Bobby Kotick y, por extensión, a Call of Duty.

Call of Duty es una máquina de hacer dinero, e incluso en sus años malos es más exitoso que muchos juegos AAA
Call of Duty es una máquina de hacer dinero, e incluso en sus años malos es más exitoso que la mayoría de los lanzamientos AAA

Esto nos lleva a una dura realidad: la serie también debe rendir cuentas a Microsoft. De acuerdo con un reporte de la periodista Cecilia D’Anastasio de Bloomberg, llevar Call of Duty: Black Ops 6 a Game Pass como un estreno de día 1 generó pérdidas en ventas con un valor de $300 millones de dólares, razón por la que eventualmente el servicio se volvió más caro en 2025. Ahora, imaginemos el dinero que se quedaría en la mesa si se omite el lanzamiento de una entrega anual en todas las plataformas. Tampoco ayuda que, según informes, la directora financiera Amy Hood impuso a Xbox una meta de ingresos irreal.

Es importante recalcar que producir un juego de la franquicia es muy, muy, muy caro. Patrick Kelly, director creativo de la saga, reveló que el reboot de Modern Warfare tuvo un presupuesto de $640 millones de dólares, mientras que Black Ops Cold War costó $700 millones de dólares. La razón por la que Activision está dispuesta a gastar esa cantidad de dinero es porque el negocio lo justifica: la entrega de 2019 vendió 41 millones de copias y la de 2020 hizo lo propio con 30 millones

¿Call of Duty está condenado?

¿La franquicia necesita un descanso? Por supuesto. ¿Se tomará un año sabático? Como hemos visto, se antoja poco probable; sin embargo, y en caso de que la estrategia cambie mucho de cara al futuro, existen diversas alternativas que Activision y Microsoft podrían explorar para mantener el barco a flote sin la necesidad de lanzar un nuevo título anual.

La opción más factible sería crear una entrega principal y darle soporte continuo con nuevas actualizaciones gratuitas y de paga, e incluso lanzar paquetes DLC de historia que profundicen en la narrativa de la campaña con nuevas misiones.

De hecho, un reporte de Jason Schreier, una de las fuentes más confiables de la industria, reveló que, supuestamente, el infame Modern Warfare III de 2023 nació como una expansión de la entrega anterior pero que los planes cambiaron durante la producción. Creemos que la recepción habría sido mucho más positiva si realmente se hubiese tratado de un DLC, pero ¿hubiera vendido igual? Es la pregunta del millón.

Lanzar una entrega con la intención de darle soporte durante un par de años con una campaña DLC y skins es una solución lógica, sobre todo si consideramos que el público ya se acostumbró a gastar dinero dentro de sus juegos favoritos, incluso aquellos que no son free-to-play. Como prueba tenemos a GTA Online, que genera ingresos millonarios mediante microtransacciones pese a ser una experiencia de paga.

¿Qué pasaría si Call of Duty adopta un formato de juego como servicio y se enfoca en nutrir un juego principal con nuevo contenido por varios años?
¿Qué pasaría si Call of Duty adopta un formato de juego como servicio y se enfoca en nutrir un juego principal con nuevo contenido por varios años?

Y claro, Activision también puede apoyarse de CoD: Mobile y Warzone para potenciar sus ganancias con micropagos. Pero aquí también entraría un nuevo desafío: mantener la atención de los jugadores durante meses, algo en lo que batalla el propio Battlefield 6.

La serie F1 de EA tomó la arriesgada decisión de omitir el estreno anual de 2026 y, en su lugar, vender una expansión con el contenido actualizado. Está por verse cómo funciona el experimento en términos financieros, pero muchos esperan que Call of Duty siga estos pasos. Pero una vez más, es difícil creer que Activision y Microsoft asuman el riesgo.

El aparente “fracaso” de Black Ops 7 activó las alarmas, pero aún es demasiado pronto para preocuparse por el futuro. Debemos recordar que la serie ya tropezó anteriormente, sólo para volver más fuerte. Por ejemplo, CoD: Vanguard de 2021 tuvo bajas ventas, pero ¿qué sucedió un año después? Modern Warfare II hizo historia al superar los mil millones de dólares en 10 días. Y tras el pobre recibimiento de MWIII de 2023, Black Ops 6 de 2024 fue el mayor lanzamiento de la serie al establecer récords de jugadores.

Algo similar podría suceder con la entrega de 2026, salvo que coincida con GTA VI… pero eso ya es otra historia. Por ahora, debemos darle parcialmente la razón a Activision: la saga es demasiado grande para caer, al menos por ahora. La cuestión es: ¿qué pasará dentro de 5 o 10 años si se mantiene la racha negativa? Como señalamos en nuestro video sobre el futuro oscuro de Call of Duty, el mayor pecado fue traicionar su identidad.

La mala recepción de Black Ops 7 refleja el hartazgo ante la dirección actual, agravado por el hecho de que 2025 fue un año muy competitivo. Y al final, Activision reconoció el fracaso: el 9 de diciembre, menos de un mes después del lanzamiento de la nueva entrega, la compañía reconoció que la franquicia no ha cumplido plenamente con las expectativas de los fans en años recientes y prometió que dejará de lanzar nuevas entregas de Modern Warfare o Black Ops una tras otra. Pero de nuevo, los estrenos anuales continuarán.

Tras fracasar, Call of Duty: Black Ops 7 fue un punto de inflexión para la franquicia
Call of Duty: Black Ops 7 fue un punto de inflexión para la franquicia

Los desarrolladores también aseguran que lo mejor está por venir y que el futuro luce prometedor, pero ¿será suficiente para recuperar la confianza de los miles de fans que ya abandonaron la serie? Esa es la pregunta del millón. Por el momento, los primeros rumores sobre el supuesto Modern Warfare IV ya dividieron las opiniones de la comunidad, pues se dice que será un calco del exitoso pero controversial MWII de 2022.

¿Crees que la serie necesita un año sabático? Dinos en los comentarios y sigan informados aquí, en Level Up.

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