¿Se acabaron los estrenos en salas? ¿Habrá monopolio de streaming? ¿El cine ha muerto? Mucho se ha dicho sobre la compra de Warner Bros. por parte de Netflix, y en efecto, una adquisición de esta magnitud podría cambiar la industria del entretenimiento como la conocemos. Pero, ¿dónde queda la división de videojuegos en todo esto?
Fracasos monumentales, cierre de estudios, promesas incumplidas y otras polémicas definieron los años recientes de WB Games. En este contexto, la noticia de una posible fusión generó entusiasmo y preocupación en partes iguales; mientras algunos esperan un cambio positivo, otros temen lo peor con justa razón.
Lo cierto es que hay muchas dudas sobre lo que le pasará a Mortal Kombat, Batman, Harry Potter y el resto de franquicias en el gaming. Además, ¿qué ocurrirá con NetherRealm, Rocksteady, TT Games y los demás estudios? El futuro es incierto y podríamos estar ante un punto de inflexión, para bien o, muy probablemente, para mal. Veamos.
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Netflix quiere comprar Warner Bros.
Tras meses de rumores, Warner Bros. Discovery se puso a la venta en octubre de 2025, con empresas como Apple, Paramount Skydance y Amazon interesadas en una fusión. También surgieron reportes que afirmaron que PlayStation quería conseguir algunas propiedades intelectuales del conglomerado, aunque la propia Sony lo negó.
Al final, Warner llegó a un acuerdo con Netflix. En diciembre, el gigante de streaming confirmó que está en proceso de adquirir Warner Bros. por $82,700 millones de dólares, lo que sería la segunda operación más grande en la historia del entretenimiento.
Se espera que la fusión se concrete tras la separación de Discovery Global en 2026, pero primero deberá pasar por una revisión exhaustiva por parte de organismos reguladores, accionistas y otras entidades gubernamentales. Así es, podríamos estar ante una novela al más puro estilo de Activision Blizzard King y Microsoft, e incluso peor por sus implicaciones en el ámbito del cine, la TV, el streaming y los videojuegos.
Para este momento, ya salieron a la luz las primeras polémicas. El presidente Donald Trump cuestionó la compra, mientras que Paramount presentó una oferta hostil pero rechazada de $108,000 millones de dólares para evitar la adquisición. Es una respuesta natural, pues hay muchos intereses políticos y económicos sobre la mesa.

A Netflix no le importan los videojuegos
En Level Up, hemos hablado a profundidad de la caída de Mortal Kombat 1, el fracaso multimillonario de Suicide Squad, el lanzamiento fallido de MultiVersus y la mala racha de WB Games que derivó en cierre de estudios, cancelaciones de proyectos y una reestructuración profunda 一recomendamos ver estos videos para entender mejor el contexto一. Al recordar todo lo anterior, es normal que algunos estén ilusionados y esperen que la compra tenga como resultado juegos de mejor calidad y, en general, traiga un futuro más brillante para la división. Tristemente, la realidad podría ser mucho menos esperanzadora.
En el anuncio, Netflix enfatiza que la adquisición le permitirá obtener los estudios de cine y televisión de Warner Bros., así como toda la fuerza de producción de HBO y HBO Max. Y aunque el gigante de streaming se comprometió a mantener los estrenos en cines, uno de sus objetivos es nutrir su servicio con las propiedades intelectuales de la compañía.
Pero, ¿dónde quedan los videojuegos en este embrollo? En el comunicado de más de 1200 palabras, Netflix jamás mencionó a Warner Bros. Games ni a sus sagas, lo que nos da una idea de la importancia que tiene esta división en el gran esquema de las cosas. Sí, hay motivos para tener miedo por el futuro de sagas muy queridas, pero vamos por partes.

Un portavoz de WBD confirmó al medio Game Developer que el sector de gaming también está incluido en la transacción. Esto es muy importante, pues hay grandes equipos y series que podrían quedar en el limbo. Si la compra llega a buen puerto, Netflix se llevará a casa agrupaciones de prestigio como NetherRealm, responsable de Mortal Kombat e Injustice; Rocksteady, estudio detrás de la aclamada serie Batman: Arkham; TT Games, desarrollador de los títulos de LEGO; y Avalanche Software, creador del exitoso Hogwarts Legacy.
A pesar del alcance innegable de estos estudios, su valor recae en las franquicias con las que suelen trabajar. En pocas palabras, es difícil imaginar que Netflix se deshaga de la división de videojuegos de Warner Bros. junto a las propiedades intelectuales que la conforman. El problema es que el gaming no está en los planes del gigante de streaming.
Gregory Peters, presidente de Netflix, afirma que los equipos de WB Games son muy talentosos e incluso reconoce el éxito de proyectos como Hogwarts Legacy. Peter dice que hay potencial y oportunidades, pero también hace hincapié en que esta rama de negocio es un activo menor al que ni siquiera atribuyen valor en su oferta de compra. En resumen, la división de videojuegos es insignificante en el panorama general.
Esto significa que a Netflix no le importa que Mortal Kombat permanezca como la saga de lucha más exitosa de la historia por encima de Super Smash Bros. y Street Fighter; que el RPG ambientado en el mundo de Harry Potter haya despachado más de 40 millones y sea el lanzamiento más vendido de 2023; y que chicos y grandes amen los títulos de LEGO. Para el gigante del streaming la rama de gaming es irrelevante.

Pero lo más desconcertante es que Gregory Peters confirma que apostará por la industria de los videojuegos, y eso nos hace pensar que la compañía seguirá con su estrategia actual de entretenimiento interactivo, lo que son malas noticias para quienes esperamos grandes experiencias AAA.
El fracaso Netflix en el gaming, la propuesta de Paramount y el futuro oscuro de WB Games
Es probable que muchos tengan la misma pregunta: ¿acaso Netflix hace juegos? Sí, pero el hecho de que nadie lo sepa habla por sí solo. La compañía dio sus primeros pasos en el sector en 2021, cuando comenzó a distribuir juegos para dispositivos móviles basados en sus franquicias, como Stranger Things y La Casa de Papel.
Para impulsar su iniciativa en el terreno de los videojuegos, puso toda la carne en el asador con Mike Verdu, exdirectivo de Facebook y Electronic Arts, a la cabeza. Además, adquirió compañías pequeñas y creó el sello Netflix Games Studios con la intención de crear proyectos originales a través de equipos como Night School, Next Games, Spry Fox y Boss Fight Entertainment.
Las ambiciones eran elevadas, al punto de que, según reportes, contemplar la compra de EA para fortalecer su división. ¿El problema? Un reporte de CNBC reveló en 2023 que menos de 1% de los suscriptores utilizaban su membresía para jugar. Tras años de inversión, el primer gran éxito llegó de un título de terceros: GTA: The Trilogy, que generó millones de descargas para la app de móviles.

La saga de Rockstar tuvo una buena recepción entre los suscriptores, e incluso el jefe de Take-Two expresó su interés por llevar más juegos al servicio (lo que posiblemente derivó en el reciente lanzamiento del primer Red Dead Redemption). La cuestión es que el público sólo responde cuando son indies famosos o juegos AAA, la clase de propuestas que la compañía de Gregory Peters no tiene la paciencia para producir.
Para 2024, el titán del streaming tenía 80 juegos en desarrollo, pero la estrategia comenzó a cambiar. Ese mismo año, la empresa cerró Team Blue, el estudio formado por exveteranos de God of War, Overwatch y Halo que trabajaban en un nuevo proyecto de alto presupuesto. Más adelante, a inicios de 2025, Mike Verdu dejó su puesto.
Ya hemos visto esta historia: una compañía ve el potencial del gaming y hace grandes inversiones para obtener su rebanada del pastel, pero al final es incapaz de lidiar con los elevados costos de producción y los cada vez más extensos periodos de desarrollo. Amazon, del que ya hablamos a profundidad en un video reciente, es otro ejemplo de esto.
Hoy, Netflix centra sus esfuerzos en títulos sencillos para celulares y tablets que tienen un fuerte enfoque casual. Y aunque también hemos visto ports de sagas importantes como Street Fighter IV, Sonic Mania y WWE 2K, ¿acaso eso es lo que le espera a las entregas de WB Games? ¿Tendremos que conformarnos con relanzamientos para móviles de Mortal Kombat y Batman: Arkham? ¿Se acabaron los nuevos juegos AAA de estas franquicias? ¿Estudios como NetherRealm y Rocksteady estarán obligados a crear juegos de Squid Game, Stranger Things y Emily in Paris? Todas estas posibilidades son aterradoras.
En el anuncio de la transacción, la compañía se comprometió a mantener las operaciones actuales de Warner Bros., pero es difícil saber si eso también se aplicará para la división de videojuegos. Es probable que la estructura siga igual en el futuro cercano para convencer a los reguladores y facilitar la aprobación de la compra, pero si algo nos enseñaron las adquisiciones de Activision Blizzard por parte de Microsoft y la fusión de Bungie con Sony es que los planes pueden cambiar si los números empiezan a caer.

Muchos temen que Warner Bros. Games sufra cierre de estudios, cancelaciones de proyectos, fuga de talentos y despidos masivos. Al final del día, ¿por qué Netflix invertiría recursos valiosos en un sector del negocio que está lejos de ser una prioridad y que en años recientes vio pérdidas millonarias por culpa de Suicide Squad y MultiVersus?
Hay quienes esperan que esta propuesta de compra se quede a la mitad del camino y que sea Paramount quien adquiera la empresa de David Zaslav. ¿Eso sería mejor? La respuesta tiene que partir de que la compañía de David Ellison está familiarizada con el gaming, pues bajo la división Skydance Interactive desarrolló un par de títulos de The Walking Dead para VR. Skydance New Media y también está a cargo de la producción del próximo Marvel 1943: Ryse of Hydra de Amy Henning y de un próximo título de Star Wars.
El problema es que la fusión con Warner Bros. Discovery responde más a un intento por ganar fuerza en el streaming, la TV, el cine y los canales de noticias. Como dijimos, hay muchos factores políticos y económicos en juego; incluso Ellison prometió al equipo de Donald Trump que hará cambios en la cadena CNN, si logra la transacción. En este ámbito, el gaming es una pieza muy pequeña del rompecabezas y dudamos que el conglomerado tenga planes a largo plazo para esta división; eso sin mencionar los posibles aumentos de precio que podrían afectar a los suscriptores de Netflix tras la integración del catálogo original de HBO y HBO Max.
Aún queda un largo trecho por recorrer, y es probable que tengamos que esperar meses para conocer el desenlace de este caso. Las preguntas principales son: ¿Netflix logrará concretar la compra? ¿Paramount Skydance evitará la adquisición? El tiempo lo dirá. Mientras tanto, esta situación impedirá que los estudios de WB Games tracen estrategias a largo plazo.

La mayoría de los estudios de la división de videojuegos trabajan con franquicias licenciadas, así que ese tipo de cuestiones legales y meramente burocráticas obstaculizan el desarrollo y pueden retrasar los próximos lanzamientos. Sabemos que TT Games trabaja en un nuevo título de LEGO Batman y que Avalanche produce la secuela de Hogwarts Legacy, pero ¿qué sucederá con los nuevos proyectos no anunciados de NetherRealm Studios y Rocksteady? Ciertamente, el futuro luce muy oscuro.
Pero dinos, ¿crees que sea una buena idea que Netflix adquiera Warner Bros.? Déjanos leerte en los comentarios y sigue aquí, en Level Up.
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