El efecto Xbox Game Pass y cómo cambia nuestras prácticas de consumo

Entre elogios y críticas, el servicio de Microsoft está cambiando el rumbo de la industria


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El consumo de contenido bajo demanda es cosa de todos los días desde hace ya varios años. A pesar de esto, a muchos tomó por sorpresa el anuncio que Phil Spencer, jefe de Xbox, hizo a finales de 2017. El directivo reveló algo llamado Xbox Game Pass, un servicio que prometía acceso a un catálogo selecto de juegos a cambio de un precio irresistible.

Con el paso de los años, la plataforma se ha convertido en una de las ofertas más atractivas de la industria. Incluso ahora es considerado el modelo a seguir para ofrecer videojuegos bajo demanda, pues ha tenido éxito donde otros servicios han fallado. Xbox Game Pass es un parteaguas que abre un camino que podría cambiar a largo plazo el rumbo de la industria, tal como sucedió con las películas y la música con Netflix o Spotify.

Muchos ven en el servicio el futuro de la industria, mientras que otros consideran que únicamente es una alternativa más para consumir videojuegos. Por supuesto, Xbox Game Pass también cuenta con detractores y hay personas que desconfían de su modelo de negocios. Como todo cambio, Xbox Game Pass despierta dudas en algunos; sin embargo, es un hecho que su modelo y propuesta de consumo se mantendrá activa y crecerá todavía más en los próximos años.

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El servicio de Microsoft es todo un escaparate donde los jugadores pueden disfrutar los títulos first-party de Xbox, los recién llegados juegos de Electronic Arts y Bethesda, así como una atractiva selección de otros juegos third-party y producciones independientes.

Gracias a esto y a otros beneficios, Xbox Game Pass ha tenido un crecimiento continuo y, en los últimos meses, acelerado. Actualmente cuenta con una cifra oficial de 18 millones de suscriptores. Estimaciones recientes aseguran que la plataforma tiene ya cerca de 23 millones de usuarios.

Su éxito y aprobación entre los jugadores es incuestionable, pues Xbox Game Pass les da cada vez una mayor variedad de juegos y beneficios a cambio de una suscripción accesible.

El otro ángulo, menos transparente para los consumidores, es el de los desarrolladores. Compañías como SEGA y Arkane Studios han elogiado el modelo de negocios de Xbox Game Pass. Mientras que Electronic Arts llegó a un acuerdo para llevar el contenido de EA Play al servicio de Microsoft por mucho tiempo.

Por otro lado, hemos tenido el caso de diversos juegos independientes que han sido un rotundo éxito en la plataforma. Ya sean compañías grandes o pequeñas, hay un punto en común: todos los estudios que han llevado sus juegos a Xbox Game Pass parecen satisfechos con lo que ofrece Microsoft.

¿Por qué el servicio tiene tan buena aceptación entre jugadores y desarrolladores? ¿Por qué a pesar de todos sus beneficios hay personas que dudan del servicio, su rentabilidad y de su propuesta a largo plazo? Las respuestas a estas preguntas están ligadas a la forma en que opera la plataforma y a algo que llamaré el efecto Xbox Game Pass.

Xbox Game Pass es una enorme tienda y tal vez no te has dado cuenta

El servicio de Microsoft es una ganga. Se ofrece en consolas y PC por $9.99 USD ($149 MXN) o $14.99 USD ($229 MXN) en su modalidad Ultimate. A cambio, los usuarios tienen acceso a una enorme librería que incluye títulos de todo tipo, incluso juegos de lanzamiento que suelen costar entre $30 y $60 USD o incluso más. Suena muy bien para ser cierto, ¿verdad?

Al igual que en otros servicios de entretenimiento, la rotación de contenido es constante en Xbox Game Pass, con la ventaja de que los juegos first-party se mantiene de forma permanente en el catálogo.

Con el servicio de Microsoft ocurre algo peculiar que probablemente no sucede o pasa en menor medida en otras plataformas. Por más raro que parezca en un primer momento, una parte de los juegos que llegan a Xbox Game Pass elevan su nivel de ventas. ¿Por qué ocurre esto? ¿Por qué alguien decidiría invertir $60 USD o más por algo a lo que ya tiene acceso a cambio de un pago mínimo?

Ambas preguntas se pueden responder desde diferentes puntos de vista, pero lo que quiero resaltar es que Microsoft concibió su servicio como una gran tienda, como una vitrina llena de objetos atractivos.

La cuestión es que, al contrario de una tienda real, el aparador de Xbox Game Pass está totalmente abierto a disposición de los usuarios, como una muestra selecta donde cada uno elige qué quiere descargar y jugar. ¿El único requisito? El accesible pago inicial de la suscripción.

Sin embargo, el gasto de los jugadores no acaba ahí. Ser miembro de Xbox Game Pass no excluye de ninguna forma la posibilidad de comprar juegos o contenido adicional, ya sean expansiones u otro tipo de DLC. Al contrario, el servicio es una gran tienda que invita a los usuarios a consumir más.

Sarah Bond, ejecutiva de Xbox, habló sobre el tema recientemente y señaló uno de los puntos clave que diferencian Game Pass de otras plataformas: "Cuando te suscribes a un servicio que te permite ver un video, como Netflix, ese es el final del ciclo de monetización que tienes con ese contenido. En los juegos es lo contrario”.

Durante una entrevista con LEVEL UP, Phil Spencer, jefe de Xbox, también resaltó la diferencia fundamental que existe entre el servicio de Microsoft y otros como Netflix y Spotify: todo el contenido de Xbox Game Pass está a la venta.

Así pues, los usuarios están expuestos continuamente a un impulso de compra. Puede sonar un tanto exagerado, pero ¿quién no ha probado un juego en Xbox Game Pass y ha sentido la necesidad de comprarlo?

La plataforma es una ventana que deja conocer el contenido de antemano para así decidir o no adquirlo. Es la oportunidad para descubrir nuevos géneros y probar títulos que, tal vez, los usuarios no tocarían si existiera una barrera monetaria más elevada. No en vano muchos ven en el servicio una colección de demos, y no están del todo equivocados.

Por supuesto, habrá jugadores que no inviertan más allá de la suscripción del servicio, pero ya forman parte de ese entorno donde, tarde o temprano, existe la posibilidad de que adquieran contenido o más tiempo de suscripción.

Xbox Game Pass sube las ventas de los juegos, pero no siempre en plataformas de Microsoft

La posibilidad de probar juegos no es la única forma en que el servicio incentiva las ventas. También ofrece a sus suscriptores descuentos especiales que resultan tentadores sobre todo cuando hay títulos que están a semanas de despedirse de la plataforma.

En servicios como estos no se puede dar por sentado el contenido, salvo algunas excepciones, como producciones originales que permanecen de forma permanente en el catálogo.

Hemos visto juegos que han regresado a Xbox Game Pass un par de veces, pero nada garantiza que ese RPG de 60 horas que dejaste a medias lo hará. Ya dependerá del usuario decidir si adquirirlo o no tras la experiencia que tuvo gracias al servicio.

Asimismo, ocurre que los jugadores compran un título que les gustó mucho incluso aunque siga disponible en el catálogo de Xbox Game Pass. Hemos conocido diversos casos de éxito gracias al servicio.

Descenders, título de No More Robots, es un claro ejemplo de cómo el servicio contribuye a las ventas de los juegos. La distribuidora reveló que las ventas de su título se quintuplicaron después de su llegada a Xbox Game Pass. ¿La razón? Esto fue posible gracias a uno de los beneficios más grandes que el servicio otorga a los desarrolladores: la exposición y visibilidad que le da a los juegos, sobre todo a producciones independientes.

CrossCode, título de Deck13, disparó su número de jugadores después de llegar al servicio. Michael Hoss, miembro de la compañía, reveló a LEVEL UP que el juego debutó en Xbox Game Pass ya que Microsoft se acercó a ellos en un evento. “Hacer el acuerdo fue una obviedad para nosotros, definitivamente ayudó en términos de atención”. Como resultado, CrossCode tiene más usuarios en el servicio que en el resto de plataformas combinadas.

Ahora bien, lo anterior no necesariamente significa que un usuario comprará en una plataforma de Microsoft ese juego que probó en Xbox Game Pass y tanto le gustó. Curiosamente, hay títulos que están disponibles “gratis” en el servicio y tienen una muy buena recepción al llegar a plataformas como Steam, donde venden miles de copias en cuestión de días.

Como muestra están Halo: The Master Chief Collection, Sea of Thieves, Forza Horizon 4, Gears 5 y más juegos. Llama la atención que son títulos first-party que están de forma permanente en el servicio para consolas y PC, así que los usuarios tienen la certeza de que podrán jugarlos desde ahí cuando quieran junto a decenas de títulos más.

A pesar de esto, dichos juegos han estado en la lista de lo más vendido y registran miles de jugadores concurrentes en la plataforma de Valve. Entonces, ¿por qué alguien invertiría en contenido que tiene disponible en el servicio junto a más beneficios? ¿Por qué no permanecer en el ecosistema y comprar los juegos en la plataforma de Microsoft? Todo depende en gran medida de prácticas de consumo y el concepto que cada uno tiene sobre los videojuegos.

Existen jugadores que prefieren comprar los títulos directamente y tener una colección “propia”. Otros que no están del todo de acuerdo con el modelo de Xbox Game Pass y su rotación de contenido. Algunos más seguramente desconocen la plataforma o no quieren depender de un pago mensual y una suscripción de tiempo definido para disfrutar un juego en específico.

También hay que tomar en cuenta la preferencia del formato físico y el factor del coleccionismo. ¿Qué pasa con el efecto Xbox Game Pass en estos casos? Existe otra posibilidad diferente a las anteriores: los jugadores probaron los títulos en el servicio de Microsoft y posteriormente decidieron adquirirlos en su plataforma favorita.

Si hablamos de PC, es probable que la mayoría de los jugadores prefieran siempre comprar un título en la tienda de Valve que en la de Microsoft. Steam sigue siendo la plataforma más popular entre los jugadores de computadora y para nadie es un secreto que la tienda de Microsoft deja mucho que desear respecto a su entorno, funciones e interfaz.

De hecho, parece que la compañía tiene planes para mejorar su tienda en los próximos meses, lo que sin duda contribuiría a que los usuarios de Xbox Game Pass compren sus títulos favoritos sin salir necesariamente del ecosistema.

Por otro lado, hay que tomar en cuenta que los títulos mencionados tienen un fuerte componente multijugador, así que se mantienen vigentes por mucho tiempo. Esto podría llevar a los jugadores a comprarlos para tenerlos a su disposición cuando quieran en su plataforma predilecta, sin que su experiencia y progresión dependan de un pago mensual.

Como ya lo mencioné, hay juegos de ciertos géneros, como los RPG, que pueden durar 60 horas o más, por lo que habrá personas que decidirán comprarlos directamente o una vez que su partida quede incompleta por la salida del juego de Xbox Game Pass.

Xbox Game Pass ha modificado las prácticas de consumo

El hecho de que todo el contenido disponible en Xbox Game Pass esté a la venta genera una tendencia diferente de la que acabo de hablar. Una parte de los jugadores revisa si un título está disponible en el servicio antes de comprarlo.

Ya es común leer en foros y redes sociales comentarios de jugadores que deciden esperar meses o lo que sea necesario para ver si un juego llega a Xbox Game Pass. De esta forma ahorran dinero o lo invierten en otros títulos que tienen la certeza de que no llegarán al servicio.

Esta práctica es tan frecuente que existe una extensión para navegadores que avisa a los usuarios si un juego determinado de Steam está en Xbox Game Pass.

Por otro lado, vale la pena mencionar el efecto que ha tenido el servicio en la compra, venta e intercambios de juegos de segunda mano. Es común ver que un juego que llega a Xbox Game Pass pronto se moviliza en dicho mercado.

Hay jugadores dispuestos a vender o intercambiar sus copias físicas aunque sepan que algunos títulos permanecen en Xbox Game Pass solo pocos meses. Esto no solo ocurre con copias de juegos de Xbox, pues también pasa con copias de juegos para PlayStation.

Por ejemplo, ocurrió hace tiempo con DOOM Eternal. El shooter llegó a Xbox Game Pas tras la compra de ZeniMax por parte de Microsoft. La tendencia fue clara: copias del juego se ofrecieron por precio reducido o como moneda de cambio por otros títulos.

Al igual que servicios como Netflix y Spotify, Xbox Game Pass está cambiando poco a poco nuestras prácticas de consumo. La plataforma de Microsoft ha generado todo tipo opiniones ya que su éxito es un parteaguas que puede definir a futuro el rumbo de la industria y esto preocupa a algunos.

¿Hay razones para dudar del modelo de Xbox Game Pass?

El poder disfrutar videojuegos bajo demanda es para muchos lo mejor que les pudo pasar por la accesibilidad y el bajo costo que implica. Hay quienes ven en Xbox Game Pass simplemente una opción más de consumo que no se volverá el estándar de la industria.

También hay jugadores que tienen dudas sobre los efectos que tendrá el servicio a largo plazo en cuestiones de precios y desarrollo. Al modificar poco a poco las prácticas de consumo, Xbox Game Pass despierta dudas en algunos amantes del medio.

Plataformas como Netflix y Spotify han recibido críticas mordaces no solo por parte de los fans de las películas y la música, sino también de importantes creativos de sus respectivos medios.

Esto pasa con Xbox Game Pass en menor medida y, al menos por ahora, los desarrolladores no se han pronunciado en contra del servicio. Los estudios desean llevar sus juegos donde quiera que los jugadores estén, así que la plataforma es una gran alternativa. De hecho, cada vez menos creativos creen que Xbox Game Pass devaluen sus juegos.

No hablaré de rentabilidad para los estudios, pues el hecho de que sus juegos estén en el servicio ya habla de un acuerdo con Microsoft que les dio varias ventajas, como un pago inicial, visibilidad o un acuerdo especial a largo plazo. La industria está llena de riesgos y Xbox Game Pass parece una apuesta viable para muchos.

La realidad es que sabemos muy poco sobre los contratos que hacen los estudios con Microsoft. En LEVEL UP nos pusimos en contacto con diversos distribuidores que se negaron a dar información sobre el servicio y sus juegos. Ni siquiera se mostraron dispuestos a dar datos generales sobre cómo Xbox Game Pass ha ayudado a sus proyectos.

Toda duda o temor sobre lo que Xbox Game Pass pueda ocasionar en la industria es legítima. Sus efectos reales se verán a largo plazo y tal vez, por ahora, sea muy pronto para sacar conclusiones al respecto.

Mucho se ha dicho sobre Netflix y el supuesto daño que hace a la industria del cine. Se piensa que algo similar ocurrirá tarde o temprano con Xbox Game Pass y los videojuegos. Hay quienes creen que el servicio le resta valor a los títulos, que impondrá por fin el formato digital sobre el físico, que afecta las ventas de día 1 de ciertos juegos, que incentivará el desarrollo de títulos con un enfoque online, que afectará la creación de grandes producciones AAA porque nadie estará interesado en pagar $60 USD o más por ellas, etcétera.

También se teme que cada vez más compañías lancen plataformas de suscripción para ofrecer su contenido de forma exclusiva. En resumen, Xbox Game Pass provoca en algunos incertidumbre ante un posible cambio radical de producción, desarrollo, distribución y consumo de juegos.

Microsoft ya trazó el camino y parece que no lo abandonará, sobre todo ante la llegada de servicios como xCloud, que sin duda también generará todo tipo de discusiones en el futuro.

Entonces, ¿hay razones para dudar del modelo de Xbox Game Pass? Como lo dije, creo que todo depende de la relación y la manera en que cada uno entiende los videojuegos. El servicio es por ahora una alternativa y no el estándar de la industria, así que hay que intentar comprender el valor que ofrece independientemente de nuestras prácticas de consumo y, por supuesto, disfrutarlo mientras exista.

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